La capacidad instalada en generación distribuida, es decir, los paneles solares que se instalan en los techos de las casas y empresas para abastecer electricidad, cerró el año pasado por encima de dos gigawatts en todo el país.
De acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el año pasado, la generación distribuida tuvo un incremento de 480 megawatts, lo que representó un máximo histórico.
La información del regulador autónomo precisó que los estados que tienen más contratos de interconexión son Jalisco, Nuevo León y Chihuahua, pues los tres concentran la tercera parte de todos los permisos de generación en el país.
La capacidad instalada en todo el país para la generación distribuida equivale al doble de lo que tendrá el parque solar fotovoltaico que desarrollará la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Puerto Peñasco, Sonora.
La generación distribuida permite a los usuarios domésticos y comerciales generar su propia electricidad siempre y cuando la instalación sea menor a medio megawatt a través, principalmente de paneles fotovoltaicos, que representan 99 por ciento de los contratos de interconexión, aunque los empresarios y ciudadanos también pueden recurrir a energía eólica, hidráulica, biomasa, entre otras tecnologías.
Hasta el momento, la inversión total asciende a tres mil 512 millones de dólares en generación distribuida, de acuerdo con las cifras de la CRE.