El gas natural es un combustible muy relevante para la generación eléctrica, pero es completamente indispensable para la industria en México, que lo utiliza abundantemente en los sectores aeroespacial, automotriz, electrónico, metalmecánico, agroalimentos, transformación y acerero, así como para proyectos de biotecnología, invernaderos, vidrio y cemento, entre otros pilares.
A pesar de las alzas en precios del último año, el gas natural continúa siendo el combustible más económico para activar la maquinaria industrial nacional, muy conveniente en eficiencia precio/energía al compararlo con combustóleo, propano, carbón, electricidad o diesel en la operación de maquinaria.
En materia de gas natural, esta administración esperó hasta el cuarto año para hacer lo que desde el primero hizo en otras áreas del sector energético: intervenir severamente sobre el mercado, corriendo el riesgo de destruir una estructura fundamental para la competitividad del país, pilar para la recuperación económica después de una dolorosa pandemia.
La Secretaría de Energía (SENER) emitió el 13 de junio de 2022 un oficio –instrumento de política pública– mediante el cual instruye al Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a implementar un criterio para privilegiar el transporte de gas en el país cuando el combustible haya sido provisto por las Empresas Productivas del Estado (EPE), es decir, PEMEX y CFE.
De acuerdo con el escrito, este criterio fue planteado por el CENAGAS a solicitud de CFEnergía, el brazo comercializador de la empresa eléctrica estatal.
“…de facto obliga a que los usuarios se arreglen con los hijos predilectos –PEMEX y CFE– si quieren continuar operando”.
Este criterio impide que los usuarios puedan conseguir o renovar contratos de transporte de gas natural, a menos que acrediten que compran el gas o que pagan el transporte a una EPE. Es decir, de facto obliga a que los usuarios se arreglen con los hijos predilectos –PEMEX y CFE– si quieren continuar operando.
El gas natural llega a los usuarios en México, principalmente, gracias a las redes de gasoductos que vienen desde los puntos de producción nacional o de importación, una mayor medida.
Los últimos años hemos hablado mucho sobre los gasoductos detonados por CFE vía licitaciones con privados, pero el principal sistema sigue siendo el SISTRANGAS, desarrollado por PEMEX desde el siglo pasado y que a partir de la reforma energética de 2013 es propiedad del CENAGAS, otro organismo del Estado.
Oferta de gas natural en México, 2019 a 2021, millones de pies cúbicos diarios promedio.
Este sistema dejó de ser propiedad de PEMEX para separar el transporte y la comercialización, conforme a las mejores prácticas internacionales, evitando la participación de empresa en múltiples etapas, lo que perjudica a los usuarios, que quedan capturados, pero que también perjudicaba a PEMEX que no lograba tener utilidades en el sistema. Con este oficio, ese esfuerzo se revierte para favorecer también a CFE, en perjuicio de los usuarios.
El CENAGAS se creó para implementar un régimen de reserva de capacidad, donde los usuarios rentan el ducto, en lugar de un modelo ineficiente y riesgoso para el Estado, donde cada consumidor solo abre la llave sin tener responsabilidad sobre el origen del gas. Este modelo de operación provocó múltiples ineficiencias y las llamadas “alertas críticas” que destruyeron casi 1.5 puntos del PIB en los años 2011 a 2013.
En 2017, los usuarios finalmente pudieron reservar capacidad –¿recuerda, amable lector, los derechos adquiridos?– y posteriormente el remanente se abrió de forma equitativa para cada participante interesado, por lo que comercializadores nuevos y muchos usuarios pudieron contratar capacidad y renovarla.
Esta facultad permite a los usuarios utilizar al comercializador que mejor le convenga y que éste busque los mejores mecanismos para llegar a la frontera, comprando en EUA y pagando el transporte correspondiente.
Como relata el oficio, PEMEX y CFE detonaron proyectos y cuentan con capacidad en ductos en EUA, es decir, “aguas arriba” del SISTRANGAS. Este es un gran activo que puede ser aprovechado eficazmente para obtener importantes utilidades, pero que tiene reglas importantes en materia de acceso abierto, producto de la regulación de la FERC. Es decir, las empresas del Estado no pueden impedir que sean también utilizados por terceros que paguen las tarifas correspondientes.
Los sistemas de transporte en ambas jurisdicciones operan bajo reglas estrictas que garantizan la no discriminación entre usuarios (piso parejo), el acceso abierto (nada de impedir acceso a la competencia) y tarifas reguladas cuando se trata de monopolios naturales (evitar abusos). El propósito de estas reglas es la seguridad energética: acceso para todos los usuarios a precios competitivos y condiciones similares.
En lugar de competir con esas reglas, CFEnergía pide a sus autoridades que le acomoden la mesa en México.
Tanto CFE como PEMEX tienen capacidad en EUA en los ductos de internación. Resaltan para esta conversación el gasoducto NET que lleva gas hacia el SISTRANGAS, al ducto Los Ramones y al Nueces – Brownsville que lleva gas hacia el Marino, que posteriormente conduce gas a Tuxpan, Altamira y Montegrande, para entregar al CENAGAS. El oficio plantea unos números completamente imprecisos, pues habla de las capacidades reservadas por las EPE, pero duplica en la cuenta los tramos que van en secuencia: es como si dijéramos que se contrataron 200 mmpcd de A a B así como 200 de B a C y que, por ello, contratamos 400 mmpcd de capacidad. Pues no, son 200 mmpcd en dos tramos: las capacidades secuenciales no se suman.
La comercialización en el SISTRANGAS es un negocio importante, que aporta mucho a la seguridad energética: los usuarios pueden así tener distintas ofertas.
Esta política pública perjudica a los usuarios, quienes pierden opciones de suministro, no solo a los comercializadores que están importando gas de forma directa en este momento. La capacidad ociosa que refiere el oficio de SENER debe ponerse a disposición del mercado vía temporada abierta, no entregarse a CFE directamente o con privilegios.
Para que CFEnergía pueda dominar el mercado, necesita desplazar a traders privados que tienen importaciones por Los Ramones, Tennessee, Kinder Morgan, etc. No solo le bastó inhibir que sus competidores utilizaran el ducto marino en base interrumpible, sino que va más allá, obligar a que los usuarios con capacidad en México deban recurrir a las EPE para operar.
Este instrumento inhibe la competencia, viola la regulación mexicana y estadounidense en materia de acceso abierto, está mal motivado pues suma capacidades en tramos que van en secuencia, violenta derechos de terceros y contraviene la ley. Por último, como cereza en el pastel, violenta el T-MEC.
¿Está listo el país para una nueva ola de amparos?
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