Incremento en los volúmenes de crudo procesado
Pemex ha logrado incrementar en los dos últimos años el volumen de crudo procesado en el SNR, pasando de 591 MBD en 2020 a 816 MMBD en 2022. Sin embargo, Pemex se quedó muy lejos de la meta de procesar más de 1,100 MBD en 2022, comprometida en su Plan de Negocios 2019-2023.
Incremento en los porcentajes de crudo pesado en la carga
Llama la atención que el Sistema Nacional de Refinación (SNR) no solo está lejos de los niveles en los que operaba antes de contar con un nuevo tren de la refinería de Minatitlán (1,225-1,275 MBD), sino que recibe una carga de crudo cada vez más pesada (~50%).
Lo anterior es cierto no solo para las tres refinerías reconfiguradas que cuentan con coquizadora, Madero, Cadereyta y Minatitlán, sino incluso también, aunque en menor medida, para las tres refinerías no reconfiguradas: Salamanca, Tula y Salina Cruz.
Es necesario además tomar en cuenta que el crudo pesado que hoy se carga al SNR ya no es crudo Maya proveniente de Cantarell, sino un crudo aún más pesado que tiene un contenido de azufre y de asfaltenos muy superior al que tenía el Maya.
Deterioro en los rendimientos
El incremento en el contenido de crudo pesado suministrado como carga a las refinerías y el cambio de calidad del crudo pesado necesariamente afecta los rendimientos esperados.
La suma de los rendimientos de los productos más valiosos: Gas LP, Gasolina, Turbosina y Diésel, se ha reducido significativamente, de un promedio de 66.9 B/100 B de crudo procesado que se alcanzó en el periodo 2007-2022, a un promedio en estos últimos cuatro años de 56.7 B/100 B.
Por el contrario, el rendimiento de combustóleo, que es un combustible que prácticamente ya no tiene mercado, se ha incrementado de un promedio de 24.5 B/100 B de crudo procesado a 30.6 B/100 B.
El deterioro en los rendimientos de los productos más valiosos (gas LP + gasolina + turbosina + diésel) ha sido generalizado en las seis refinerías del SNR.
Lo mismo ha ocurrido con el incremento en los rendimientos de combustóleo.
Impactos sobre la producción
En la siguiente gráfica se comparan los promedios alcanzados es estos últimos cuatro años (2019-2012) con los promedios de producción entre 2007 y 2012, periodo en el que se alcanza la mayor conversión a productos de alto valor. Mientras que la cantidad de crudo procesado se redujo 45%, la producción de gasolina se redujo 49% y la de diésel 59%. La de combustóleo se redujo tan solo 31%.
Cuando se contrastan los niveles de producción de este último año, 2022, con el promedio del sexenio inmediato anterior, 2013-2018, la comparación tampoco resulta muy favorable.
Problemas de operación
Tal como se menciona en el plan de negocios de Pemex 2019-2023 “La producción de petrolíferos refleja el desempeño del SNR. Durante los últimos años –del sexenio anterior–, los rezagos en mantenimientos, los paros no programados por incidentes operativos, el manejo de la creciente producción de residuales, así como los problemas de disponibilidad de crudo ligero para completar las cargas de proceso han limitado la eficiencia en la producción de combustibles”.
Desafortunadamente, la problemática antes descrita no solo no ha cambiado, sino que, en muchos casos, se ha agudizado.
El plan de negocios antes mencionado indicaba que “Los paros no programados en las plantas de proceso del SNR han resultado en la baja utilización y eficiencia de su infraestructura de proceso. A partir de 2015, el índice de paros no programados ha presentado incrementos importantes.”
El esfuerzo de la presente administración por rehabilitar las seis refinerías del SNR no se ha reflejado, al menos todavía, en una reducción significativa del índice de paros no programados.
También se mencionaba que: “La baja confiabilidad en las plantas ha impactado también en el desempeño energético del sistema, lo que ha incrementado el índice de consumo energético. El índice registrado en 2018 fue 25% mayor respecto a los niveles alcanzados en el periodo 2006-2013”.
Si bien, después de pasar por un máximo en 2019, se ha logrado reducir el índice de nuevo, incluso por debajo de los niveles alcanzados en 2017-2018, todavía se encuentra un 20% por encima de los niveles alcanzados en el periodo 2006-2013.
Dificultad para encontrar mercados para el combustóleo
A partir de la entrada en vigor del acuerdo internacional MARPOL, a principios de 2020, que prohíbe el uso de combustóleo de alto contenido de azufre en alta mar, el principal mercado que Pemex ha encontrado para el combustóleo que exporta es para ser utilizado como carga en las refinerías de Sur de Texas, en lugar de crudo Maya. Pero esto conlleva un importante costo, ya que, para emular al crudo Maya, ha sido necesario mezclar el combustóleo con crudo Istmo.
La necesidad de utilizar petróleo ligero para facilitar la exportación de combustóleo a refinerías que pueden utilizar la mezcla como carga, ha limitado aún más la disponibilidad de crudos ligeros para alimentar al SNR.
Así, mientras que las refinerías del Sur de Texas incrementan sus utilidades importando una mezcla de crudo Istmo con combustóleo como carga en lugar de importar crudo Maya, las refinerías del SNR incrementan sus pérdidas netas por no poder disponer de mayor cantidad de crudo ligero.
Repercusión sobre los precios de exportación
A medida que se amplían nuevamente los márgenes de precio entre el crudo Istmo y el crudo Maya, para mantener los mercados de exportación, el descuento en el precio del combustóleo en relación al precio de crudo Maya ha tenido que ser cada vez mayor.
El año pasado, el castigo en el precio de exportación del combustóleo en relación al precio de exportación del crudo Maya se incrementó a casi 18 dólares por barril.
En las ventas nacionales, Pemex se ha visto obligado a ofrecer a la CFE, su principal cliente, un importante descuento adicional sobre el ya castigado precio de exportación.
Impacto sobre la rentabilidad de Pemex Transformación Industrial
Todos estos factores: la dramática caída en rendimientos de productos de alto valor, el incremento en los rendimientos de combustóleo, el incremento en la frecuencia de paros no programados, el incremento en el consumo energético del proceso de refinación y los crecientes descuentos de precio que ha sido necesario otorgar para poder disponer del combustóleo, necesariamente repercuten en los márgenes de operación del SNR.
Las consecuencias económicas para el SNR han sido desastrosas y se han reflejado en un notable incremento en las pérdidas netas de Pemex Transformación Industrial.
Las pérdidas de Pemex TRI medidas en términos de dólares por barril de crudo procesado han sido extraordinariamente grandes, sobre todo cuando se comparan con las utilidades reportadas por las principales empresas petroleras.
La comparación con Petrobras resulta muy interesante. Petrobras exporta el crudo pesado que produce e importa el crudo ligero que requieren sus refinerías, lo que le ha permitido obtener en los últimos años (2018-2021) una utilidad promedio de 3.6 dólares por barril de crudo procesado, mientras que Pemex se ha visto obligado a exportar un porcentaje creciente del crudo ligero que produce para disponer del combustóleo y, en consecuencia, a incrementar la proporción de crudo pesado en la carga suministrada a sus refinerías, lo que le ha llevado a registrar una pérdida promedio de 37.8 dólares por barril de crudo procesado
Conclusiones
Si bien Pemex ha logrado incrementar el nivel de procesamiento de crudo del SNR para pasar de 592 MBD a 816 MBD,
- Pemex está todavía muy lejos de alcanzar la meta de 1,100 MBD, originalmente planteada para 2022 en el Plan de Desarrollo de Petróleos Mexicanos 2019-2023.
- Al incrementar la proporción de crudo pesado alimentado a las refinerías, se han deteriorado los rendimientos de los productos más valiosos (Gas LP + Gasolina + Turbosina + Diésel) de 66.9 B/100 B de crudo procesado a tan solo 56.7 B/100 B de crudo, cifra alcanzada en 2022.
- Por el contrario, en el caso del combustóleo, un producto que ya no tiene mercado como combustible por el alto nivel de contaminación que produce, se han incrementado los rendimientos de 24.5 B/100 B de crudo a 30.6 B/100 B.
- A pesar de las inversiones realizadas en la rehabilitación de las refinerías, el índice de paros no programados sigue siendo extremadamente alto, al igual que el índice de consumo de combustibles para el proceso de refinación.
- Se ha tenido que disponer de un alto porcentaje del crudo ligero disponible para exportar el combustóleo a las refinerías del Sur de Texas y ser usado como carga, lo que ha obligado a Pemex a incrementar el porcentaje de crudo pesado que suministra al SNR y se han tenido que castigar cada vez más, tanto los precios de exportación como los precios de venta a la CFE.
- Todo esto ha redundado en un incremento significativo de las pérdidas netas de Pemex Transformación Industrial, que han pasado de un promedio de pérdidas de 7.89 USD/B procesado en el periodo 2015-2018 a un promedio de pérdidas de 37.75 USD/B en el periodo 2019-2022
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