La Comisión Federal de Electricidad les quedó mal en el servicio a los organizadores de un foro que congregó –irónicamente— a las asociaciones de energía, entre ellas, del sector eléctrico.
La semana pasada, en pleno evento realizado en un hotel de la capital del país, de repente se presentó un apagón, uno más de otros que se han estado registrando en últimos días.
Coincidentemente la semana terminó con la noticia de un mega-apagón en Cuba, situación que en automático promovió el espíritu solidario de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien prometió al mandatario Miguel Díaz-Canel un crédito por 20 mil millones de dólares para echar a andar las máquinas de la isla.
Y para aumentarle a la paradoja, justo esta misma semana empresarios nacionales y extranjeros comprometieron ante la jefa del Ejecutivo federal y su secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, inversiones por… Sí, 20 mil millones de dólares.
Ante estas coincidencias, nosotros siempre reconoceremos la solidaridad con otras naciones, pero también recordamos ese viejo refrán popular que dice: “La caridad comienza en casa”.
Persiste incertidumbre empresarial
Y ya que le comentamos de la presidenta de la República, le compartimos que muy a pesar de que su administración hace esfuerzos por transmitir mensajes de confianza para que los inversionistas sientan que sus centavos estarán seguros en el país, pues continúan las dudas.
Es que la aprobación y publicación de la reforma judicial, una de las prioridades del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, y la negativa de la actual mandataria federal de bajarla del Diario Oficial de la Federación aun cuando una jueza federal lo ordenó, no abonan a la confianza empresarial.
Algunos de ellos nos han comentado que sí vislumbran mejor prospectiva con la presidenta Sheinbaum en comparación con su predecesor, pero su apoyo a la reforma al Poder Judicial, la incertidumbre en torno a los organismos autónomos y su decisión de mantener en el Diario Oficial dicha reforma contraviniendo el fallo de una jueza de Veracruz, quien concedió una suspensión, mantiene cierto grado de cautela.
Sin perder el optimismo, también expresaron su desconcierto porque, si bien escuchan las promesas de respetar las inversiones a pesar de lo anterior, no quedan claros los esquemas derivados de la nueva política en materia energética.
Ecos de la reforma energética
Y en los ecos de la discusión de la reforma energética que se aprobó en el Senado de la República en días recientes, nos llamó la atención que a pesar de que el sello de la casa en Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión, consistente en pasar todo lo propuesto por el presidente “sin mover ni una sola coma”, algunos legisladores se han atrevido a expresar su opinión. Y, además, proponerla en la forma de reservas.
Durante la discusión sobre la reforma a los Artículos 25, 27 y 28 Constitucionales, pomposamente llamada “de industrias y empresas estratégicas”, todos los senadores votaron a favor en lo general, pero se presentaron al menos 13 reservas, de las cuales cuatro salieron del oficialismo en la Cámara Alta.
Es el caso, por ejemplo, del Senador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Luis Alfonso Silva Romo, quien propuso agregar en el párrafo sexto del Artículo 27 de la Constitución un texto que mandataría que el Estado establecería las políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias, así como los mecanismos de participación social y académica para impulsar la transición energética en el país.
Lo anterior, apunta el texto propuesto –que al final, no prosperó–, con un enfoque de desarrollo sustentable. En este sentido, justo este punto del papel del Estado en la transición energética fue tema de debate desde la Cámara de Diputados, en donde se eliminó la parte que mandataba que el Estado se encargaría de todo lo relacionado con este asunto.
Cabe recordar que, si bien la presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado que en su gobierno se dará mayor impuso a las energías renovables, el Congreso reconoció, al eliminar el párrafo, que no hay recursos para que el Estado cargue con todo. En alguien cupo la prudencia.