Por Abel Mizrain Bolón García, Ayax Gutiérrez Villascán, Ángel Martín Martínez Hernández, Daniel Isaac Pérez Sánchez, Edith Romero Juárez y Carlos del Razo Ochoa * para Energía a Debate
Revisor y coordinador editorial, Carlos del Razo
Prólogo
(Carlos del Razo)
Cada semestre tengo la fortuna de debatir y analizar con mis alumnos diversos aspectos de la política energética en las asignaturas a mi cargo (Reducción de Carbono en el Sector Energético y Transición Energética), de la Especialidad en Derecho Energético, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Algunos de los temas sometidos a consideración este semestre incluyeron (i) los impactos ambientales asociados a la técnica de fracturación hidráulica y propuestas para mejorar su regulación en México, (ii) esquemas para promover el uso de redes y sistemas inteligentes para el sistema eléctrico y el uso eficiente de la energía, (iii) ganancias energéticas a través del manejo adecuado de los residuos y de la transición hacia una economía circular y, el motivo del presente artículo, (iv) una valoración del potencial de la energía geotérmica en nuestro país, como medio para la diversificación energética y la reducción de gases de efecto invernadero. Sobre cada uno de estos temas se elaboraron y evaluaron ensayos escritos, los cuales fueron defendidos por sus autores mediante una exposición oral.
El resultado de este ejercicio fue la selección de la presente entrega, como el mejor ensayo del semestre, mismo que fue elaborado por un grupo destacado de alumnos de la Especialidad en cuestión y constituye un trabajo inédito y valioso para profesionales que deseen tener un primer acercamiento al tema.
Si bien la Energía Geotérmica es actualmente percibida como costosa y tecnológicamente limitada a ciertos países y empresas, nuestra pretensión es que esta fuente de generación se priorice nuevamente, con base en las pautas aquí descritas. Esto permitirá diversificar la matriz energética, mediante el incremento de capacidades de investigación (a través principalmente del Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica) y un marco regulatorio efectivo que asegure el desarrollo ambientalmente adecuado de estos proyectos.
Por lo anterior, es un gusto colaborar con Energía a Debate, medio especializado y de probada reputación en el sector energético.
Nos honra sumarnos a la conversación para promover un mayor aprovechamiento de las energías limpias, en este caso, a través de la promoción a la investigación, desarrollo tecnológico y aprovechamiento de la energía geotérmica. Creemos que esta reflexión es oportuna en el marco de una exhaustiva revisión de la política energética en nuestro país que, dicho sea de paso, puede poner en entredicho el cumplimiento de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas de México, en términos del Acuerdo de París y en general, de nuestro desarrollo sostenible.
Antecedentes
Tal y como lo indica el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad de España, los primeros intentos de producción de energía geotérmica comenzaron con experimentos en Italia, entre 1904 y 1905, los cuales condujeron a la construcción de la primera planta de generación geotérmica con una capacidad de 250 kilowatts eléctricos (kWe). Es hasta 1950 cuando se alcanzan los 300 megawatts eléctricos (MWe) en Italia y en 1958 comienza la producción geotermoeléctrica en Nueva Zelanda, siendo en 1959 en México cuando se inicia esta actividad, previo a su desarrollo en Estados Unidos, en 1960[1].
Es en 1973, año de la primera crisis del petróleo, cuando se produce la gran expansión de la generación de energía geotérmica, incorporándose a la lista de generadores de energía geotérmica Japón, Islandia y El Salvador en 1975); Indonesia, Kenia, Turquía y Filipinas hacia los ochenta; Nicaragua en 1985, Costa Rica en 1995) y Guatemala en el año 2000[2].
I. Energía, Energía Geotérmica, Energías Limpias y Energía Renovable
La energía geotérmica es un tipo de energía y se define como la “Energía obtenida del calor bajo la superficie de la Tierra”[3], o bien, como “(…) la energía calorífica proveniente del núcleo de la tierra, la cual se desplaza hacia arriba en el magma que fluye a través de las fisuras en las rocas sólidas y semisólidas del interior de la tierra; la cual se utiliza para generar energía mecánica y eléctrica”[4].
Se trata, en otras palabras, de energía renovable firme no despachable[5] que se genera a raíz del calor del subsuelo terrestre, mediante el magma que fluye a través de las fisuras en las rocas sólidas y semisólidas del núcleo de la Tierra, aprovechando el caso, o bien, para la generación de energía eléctrica.
El aprovechamiento de este tipo de energía depende de diversos factores, muy particularmente de su temperatura (entalpía). En este contexto es importante señalar que los recursos geotérmicos se pueden clasificar de diversas formas, y de manera muy general en las siguientes:
Figura 1. Clasificación de los recursos Geotérmicos[6]
La clasificación por temperatura es la que más se vincula con el tipo de aprovechamiento energético. No obstante, de manera general, el aprovechamiento de los recursos geotérmicos se puede dar de dos formas: (1) para la generación de energía eléctrica, y (2) el aprovechamiento del calor.
En el caso de la producción de electricidad, lo que se aprovecha es la salida del vapor de las fuentes geotérmicas (yacimiento), con lo que se accionan turbinas con las cuales se genera electricidad. En este caso, los recursos geotérmicos suelen ser los de alta temperatura.
Cabe señalar que, en ocasiones, aunque no exista un yacimiento, se puede crear un yacimiento geotérmico inyectando agua en una zona del terreno que esté a alta temperatura, lo que permite aprovechar este recurso geotérmico en muchos lugares donde hasta entonces no era viable. Esto permite ampliar la explotación de recursos geotérmicos de alta temperatura a áreas geográficas e incluso países en los que no han existido yacimientos geotérmicos convencionales hasta el momento. A esta técnica se le denomina geotermia estimulada o sistemas geotérmicos estimulados[7].
Ahora bien, el aprovechamiento de calor implica un uso directo, pues la explotación que se da del fluido geotérmico se da en forma de calor, es decir, sin la intervención de un medio que la convierta en otras formas de energía, como la electricidad. Ejemplo de lo anterior son el uso del vapor para calefacción de invernaderos, de edificios, piscinas, balnearios, secado de tejido o pavimento, entre otros usos industriales.
Cabe señalar que, en ambos casos, la explotación y aprovechamiento de los recursos geotérmicos involucra diversas etapas que van desde la investigación del área geotérmica[8], hasta el mantenimiento técnico de la central correspondiente.
Por sus características, este tipo de energía es considerada limpia y renovable en nuestro país. La energía limpia es aquella proveniente de fuentes de energía y procesos de generación de electricidad cuyas emisiones o residuos, cuando los haya, no rebasen los umbrales establecidos en las disposiciones reglamentarias que para tal efecto se expidan (artículo 3, fracción XXII LIE). Por su parte, las energías renovables son aquellas cuya fuente reside en fenómenos de la naturaleza, procesos o materiales susceptibles de ser transformados en energía aprovechable por el ser humano, que se regeneran naturalmente, por lo que se encuentran disponibles de forma continua o periódica, y que al ser generadas no liberan emisiones contaminantes (artículo 3 fracción XVI, LTE).
II. Impactos de la Energía Geotérmica: ventajas y desventajas
Al ser la energía geotérmica renovable, se considera que es amigable con el ambiente y ello es así si se compara con otras formas de generación de energía, especialmente con las provenientes de los hidrocarburos. Veamos.
El Instituto de Economía Política de la Universidad de Utah, Estados Unidos, establece que la energía geotérmica tiene costos ambientales, empero, sus impactos son mitigables, por lo que pueden considerarse pequeños[9] y aceptables.
A continuación, señalaremos los principales impactos (positivos y negativos), así como ventajas y desventajas de la energía geotérmica. Desde ahora advertimos que estos pueden variar, dependiendo del tipo de aprovechamiento, así como de la tecnología específica que se emplee.
a. Impactos ambientales y comerciales negativos
- Alto consumo de agua para enfriamiento durante el proceso de generación de energía. No obstante, se debe señalar que las centrales geotérmicas tienden a usar menos agua por unidad de energía producida que otro tipo de energías. Así, por ejemplo, de acuerdo con el Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético, “las centrales geotérmicas enfriadas con agua usan solo aproximadamente 20 litros de agua fresca por megavatio hora generado, mientras que las centrales binarias enfriadas con aire no usan agua fresca. Esto se compara, por ejemplo, con más de 3,000 litros por MWh para las centrales nucleares, más de 2,500 litros por MWh para las centrales de carbón vegetal (Asociación Mundial Nuclear) y 1,400 litros por MWh para las instalaciones de gas natural (…)”[10].
- Liberación de químicos tóxicos en el fluido geotérmico, pues este puede contener altas concentraciones de sal, así como productos químicos nocivos y metales pesados como el hidrógeno, sulfuro, arsénico, boro, mercurio, plomo y aluminio, estos varían en cada lugar o reservorio, aunque en términos generales, cuanto más caliente es el fluido geotérmico, más minerales disueltos contiene. El problema radica en que, de existir algún derrame en los procesos de extracción, puede suscitarse contaminación de ambientes locales, tales como fuentes de agua cercanas o reservas del subsuelo. Para prevenir este impacto, los fluidos geotérmicos son inyectados en reservorios diversos a aquél en el que fueron extraídos[11].
- Generación de emisiones a la atmósfera de vapor de agua, con un contenido mínimo de gases. La cantidad de emisiones varía de acuerdo con el tipo de generación de energía que se emplee, así tratándose de sistemas de circuito cerrado, la emisión es mínima, toda vez que los gases del pozo no están expuestos a la atmósfera y en todo caso, se reinyectan en el suelo después de abandonar su calor.
En contraste, los sistemas de circuito abierto emiten además de vapor de agua, sulfuro de hidrógeno, dióxido de carbono (CO2), amoníaco, metano y boro, siendo el sulfuro, la emisión más común e importante, toda vez que en la atmósfera este cambia a dióxido de sulfuro (SO2)[12]. No obstante, lo anterior, las emisiones de SO2 en estos casos son 30 veces menor por MWh que una planta de carbón, las cuales son consideradas la más grande fuente de SO2.
La segunda emisión más importante, corresponde al CO2, representando en el caso de los sistemas geotérmicos de circuito abierto, el 10% de sus emisiones. Aún con lo anterior, las emisiones de CO2 son menores respecto a otro tipo de energías fósiles, tal y como se desprende de la siguiente gráfica:
Gráfica 1. Emisiones de CO2 de diversas fuentes de energía[13]
Las estimaciones de las emisiones de calentamiento global para los sistemas de circuito abierto se estiman en 0.45 kg de CO2 equivalente por KWh, sin embargo, no se debe olvidar que se trata de emisiones que son naturales y estas serían eventualmente liberadas, aunque de forma más paulatina[14].
- Hundimiento del suelo y sismicidad como resultado de la extracción de agua, no obstante, muchas plantas subsanan este impacto mediante la reinyección de volúmenes de agua.
- Otros impactos corresponden al ruido generado tanto de la extracción e inyección del fluido geotérmico, o el olor que genera el SO2, así como la contaminación visual como resultado de la instalación de la planta.
- Ubicación específica. La central eléctrica no se puede ubicar lejos del recurso, situación que reduce las opciones de ubicación, lo que conlleva la necesidad de expansión o reforzamiento de la red eléctrica[15].
- Dificultad para calcular la capacidad de los recursos de un campo geotérmico y los costos asociados a lidiar con esta incertidumbre, así como el plazo de retorno de la inversión[16]. A lo que se suma que el reconocimiento y exploración pueden llevar muchos años y costar al menos un 35% a 40% de la inversión total, sin garantía de éxito.
b. Impactos positivos y/o ventajas de la energía geotérmica
- Competitividad en precio. El aprovechamiento de la energía geotérmica supone un desembolso inicial de la inversión muy alto y con un riesgo igualmente elevado[17]. No obstante, es bastante competitivo por kilovatio. En este sentido el IPCC señalaba que el costo de inversión en 2005 variaba entre 1,800 y 5,200 dólares por KW, con un rango de 4.9 a 9.2 centavos de dólar por KWh[18]. Los datos más recientes, de acuerdo con información de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) en 2019, los costos de generación de energía se situaron en torno a 0.073 dólares por kWh[19].
- Suficiencia del recurso. Los recursos geotérmicos no dependen de las condiciones climáticas y no se espera que el cambio climático tenga un impacto significativo en la disponibilidad de los recursos[20]. De igual forma, hay yacimientos geotérmicos capaces de proporcionar energía durante muchas décadas, pero otros pueden llegar a agotarse y enfriarse, motivado en algunos casos por la inyección de agua fría en el acuífero[21].
- Flujo constante. A diferencia de otros tipos de energía, el recurso no depende de variaciones estacionales como lluvias, caudales de ríos, el viento o el sol, como en otras fuentes renovables, por lo que se puede hablar de seguridad en el suministro eléctrico. Aunado a ello, en términos de sustitución, se estima que la energía almacenada en 1 km3 de roca caliente a 250°C equivale a 40 millones de barriles de petróleo[22]. Por último, una vez la central entra en operaciones, genera una producción constante sin interrupción, razón por la que se considera firme y no intermitente, usualmente durante varias décadas[23].
III. La energía geotérmica en México y el mundo
A nivel mundial, de acuerdo con la IRENA, la capacidad instalada de producción de energía geotérmica en el mundo ha incrementado en los últimos años, alcanzando un promedio de 14 KW.
Gráfica 2. Tendencia de la capacidad instalada de energía geotérmica[24]
México se destaca en la generación de energía geotérmica, con una capacidad instalada de 963 MW, lo que lo coloca dentro de los 10 principales países geotérmicos, lista que actualmente encabeza Estados Unidos 3,676 MW, seguido por Indonesia con 2,133 MW, Filipinas con 1,918 MW, Turquía con 1,526 MW, Nueva Zelanda con 1,005 MW, México con 962.7 MW, Kenia con 861 MW, Islandia con 755 MW y Japón con 601 MW.
Figura 4. Top 10 de países geotérmicos 2019[25]
En América Latina, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Chile generan gran parte de su electricidad a partir de la energía geotérmica.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (SENER), la producción mundial de energía primaria en 2017 alcanzó 14,030.702 millones de toneladas equivalentes de petróleo (MMtep)[26], de los cuales solo el 0.28% fueron producidos por energía geotérmica[27].
Figura 2. Producción mundial de energía primaria, 2017[28]
En el caso particular de México, en el periodo comprendido del 2000 al 2018 la producción de energía primaria promedio anual fue de 9,222.656 PJ lo que representa anualmente el ±1.5% (±137.43 PJ) de esta matriz energética primaria[29].
En este contexto, si analizamos el año 2018, la producción de energía primaria en México fue de 6484.843 PJ, representando la energía geotérmica el 1.75% (113.184 PJ)[30], esto quiere decir que dicha producción en términos porcentuales ha aumentado, aproximadamente 0.25% en comparación con el promedio anual, mientras que en términos reales la producción de este energético va disminuyendo.
Por otro lado, si nos enfocamos únicamente en la matriz secundaria de generación de electricidad, de acuerdo con datos de BP, en 2018 en el mundo se generaron 26614.8 Terawatts-hora[31] (Twh) de los cuales México aportó el 1.2%[32]. Al respecto, el Sistema de Información Energética (SIE), operado por la SENER, señala que en 2017[33] la producción de energía eléctrica fue de 257,416,628.00 Megawatts-hora (MWh), de los cuales 2.3% correspondió (5,924,537.313 MWh) a la generación por tecnología geotermoeléctrica[34].
De lo anterior se desprende que, si comparamos los 113.184 PJ[35] de producción de energía primaria geotérmica con la producción de 5,924,537.313 MWh de energía eléctrica por medio de geotermoeléctrica, se observa que existe un potencial de generación con tecnología geotermoeléctrica de 25,515,462.687 MWh anuales. En este sentido, de acuerdo con información de la Agencia Internacional de Energía, se proyecta que para 2025 México podrá contar con un 1,252.9 MW instalados[36].
Gráfica 3. Tendencia de la capacidad instalada de energía geotérmica en México[37]
El desarrollo de la energía geotérmica se está íntimamente relacionado con la corteza terrestre y México se encuentra dentro de una zona privilegiada denominada Cinturón o Anillo de Fuego del Pacífico. Esta inmensa franja se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción[38] más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica y, por tanto, de calor.
Pese a lo anterior, México carece de información certera para determinar su potencial geotérmico, lo que ha limitado en gran medida su expansión.
En este sentido, el punto de partida para estimar la energía térmica almacenada en el subsuelo de una región determinada o de un país un mapa de flujo de calor[39], sin que en México exista uno como tal. Lo más cercano consiste en la información proporcionada en 1978 por el Electric Power Research Institute (EPRI) de Brasil, quien asumió que 60% de la extensión territorial de 2 millones de km2 de nuestro país, se ubica en una o más de las “fajas geotérmicas” y obtuvo las estimaciones siguientes:
Tabla 2. Calor total almacenado a 3 km de profundidad en México (EPRI, 1978)[40]
Del total almacenado, un 20% correspondería a recursos hidrotermales (calor almacenado en agua y vapor de agua) y el 80% a recursos de roca seca caliente.
Para fortalecer la información con la que cuenta México, el Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica (CEMIE-Geo), conformado por las principales instituciones y empresas del país enfocadas en el tema de geotermia, desde 2014 se encuentra trabajando en la elaboración de mapas de gradiente geotérmico y flujo de calor para la República Mexicana, del que se desprende que el 60% del territorio mexicano es factible de explotación geotérmica[41].
IV. Regulación de la Energía Geotérmica. Trámites y Autorizaciones a las que se encuentra sujeto el desarrollo de un proyecto de energía geotérmica
La reforma energética de 2014 derivó en la promulgación de la Ley de la Energía Geotérmica, cuyo objeto es regular el reconocimiento, la exploración y la explotación de recursos geotérmicos para el aprovechamiento de la energía térmica del subsuelo dentro de los límites del territorio nacional, con el fin de generar energía eléctrica o destinarla a usos diversos (artículo 1).
La Ley, juntamente con su Reglamento, la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y la Ley de Aguas Nacionales, son los principales ordenamientos por observar en la generación de energía geotérmica. En términos de estos ordenamientos, los permisos o autorizaciones necesarias para poder llevar a cabo un proyecto geotérmico son:
1. Registro de Reconocimiento. El reconocimiento tiene como finalidad determinar, por medio de la observación y la exploración a través de estudios de geología por fotos aéreas, percepción remota, toma y análisis de muestras de rocas, muestreo geoquímico y geohidrológico, si determinada área o territorio puede ser fuente de recursos geotérmicos. Su realización requiere de Registro ante la SENER, el cual tiene una vigencia de 8 meses.
2. Permiso de Exploración. Terminado el reconocimiento, se requiere obtener un permiso de exploración de la SENER, por medio del cual se consigue conocimiento geológico, geofísico y geoquímico del área geotérmica, lo que implica realizar obras y trabajos realizados en superficie y en el subsuelo, con el objeto de corroborar la existencia del recurso geotérmico y delimitar el área geotérmica. Este permiso tiene una vigencia de 3 años y puede ser otorgado solo por una extensión de hasta 150 km2.
3. Concesión de Explotación. La explotación permite aprovechar el recurso, a través de la perforación de pozos, o cualquier otro medio, incluyendo las demás obras necesarias para la construcción, extracción, puesta en marcha, producción y transformación del recurso geotérmico, por lo cual se encuentra sujeta a concesión de explotación ante la SENER. Esta concesión es otorgada una vez que el solicitante acreditó mediante los estudios de exploración que el yacimiento cuenta con recurso para su explotación.
4. Concesión de Aguas Nacionales. Toda vez que los recursos geotérmicos se encuentran ligados al recurso “agua”, en esta etapa, en términos de la LAN se deberá contar con concesión de aguas de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), lo cual permitirá poder hacer uso de las aguas geotérmicas[42], y por tanto explotar el yacimiento geotérmico. Esta concesión es otorgada por la CONAGUA.
5. Permiso de Descarga de Aguas. Siempre que el proyecto en cuestión implique retornar al yacimiento geotérmico el agua geotérmica extraída, con la finalidad de permitir que se mantenga como un recurso renovable, se requerirá de la obtención del permiso de descarga de aguas otorgado por la CONAGUA.
6. Permiso de Generación de Energía, emitido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), siempre que se trate de proyectos con una capacidad mayor o igual a 0.5 MW.
7. Evaluación del Impacto Social. Todos los proyectos de generación de energía eléctrica que requieran obtener un permiso o autorización por parte de la CRE deben elaborar y presentar una evaluación de impacto social ante la SENER, en la que se identificarán los impactos sociales que el proyecto tendrá, entre otras cuestiones (artículo 120 de la LIE).
No se omite señalar que la obtención de los referidos permisos conlleva un tercio más de tiempo que el necesario para otros tipos de generación de energía, tales como la eólica y la fotovoltaica.
Los permisos señalados se suman otros aplicables a cualquier tipo de central, tales como los requeridos en materia urbana (licencia de construcción y cambio de uso de suelo, por ejemplo) o ambiental (autorización de impacto ambiental, por ejemplo), así como otros relacionados con la interconexión de la central eléctrica al Sistema Eléctrico Nacional.
Como Anexo A se adjunta una tabla que contiene el comparativo del flujo de tiempos para un proyecto solar fotovoltaico, un proyecto eólico y un proyecto geotérmico, del que se desprende que este último conlleva más tiempo en su desarrollo, lo que se traduce en mayores gastos administrativos.
(Para ver la imagen ampliada, dé click en esta liga)
Conclusiones
Primera. Aun cuando la energía geotérmica en nuestro país puede ser considerada como una fuente importante de generación de energía, su desarrollo es limitado teniendo en cuanta el enorme potencial del recurso, por lo que resulta necesario seguir incentivando la investigación y tecnología que permitan aprovechar con mayor eficacia los recursos geotérmicos con los que cuenta México. De esa forma, será posible obtener un mayor beneficio energético y contribuir a la mejora del Sistema Eléctrico Nacional, con los beneficios económicos, ambientales y sociales que esto conlleva.
Segunda. El principal inconveniente que presenta la energía geotérmica radica en que el reconocimiento y exploración pueden llevar muchos años, así como representar al menos de 35% a 40% de la inversión total, sin que exista una garantía de éxito. Empero, este riesgo en su etapa inicial puede ser mitigado a través de apoyos gubernamentales de financiamiento.
Tercera. Resulta necesario llevar a cabo mejoras al marco jurídico actual facilitando el desarrollo de la energía geotérmica, pues pese a sus múltiples beneficios, esta se encuentra sujeta a una carga regulatoria onerosa, lo que representa mayor costo y retrasa su implementación. Lo anterior, facilitaría además la observancia del cumplimiento de obligaciones internacionales en materia de cambio climático.
Cuarta. En términos generales, en materia de energías renovables, valdría la pena valorar la creación de una Empresa Productiva del Estado (EPE) enfocada al desarrollo de proyectos de generación de electricidad de energías renovables, con lo que se tendría una EPE especializada en energías renovables que acelere la transición energética en el país.
Asimismo, consideramos que se podría fomentar un nuevo modelo de participación privada, en el que se permita invertir en esta EPE hasta en un 10% máximo. Además, se pueden implementar esquemas que incluyan beneficios fiscales y asociaciones público privadas para proyectos que se consideren estratégicos.
Quinta. Dada la falta de información, resulta necesario llevar a cabo la sectorización del territorio nacional a través de un programa o plan de factibilidad de desarrollo renovable, que permita identificar el potencial por tipo de energía con relación a cada zona del territorio nacional. En ese sentido, es prioritario fortalecer las capacidades científicas mexicanas, a través de organismos afiliados al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y del propio Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica.
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*/ Abel Bolón es ingeniero ambiental por la Universidad de Quintana Roo y es socio en la Agencia de Gestión Medio Ambiental. Es pasante de la especialidad en Política y Gestión Energética y Medio Ambiental en la FLACSO México y estudiante de la especialidad de Derecho Energético en la UNAM. También cursa la Maestría en Ingeniería Energética en la Universidad de la Ciudad de México (UACM).
Ayax Gutiérrez es licenciado en Derecho con Mención Honorífica por la Facultad de Derecho de la UNAM y es Subdirector de Dictamen Legal de Procesos Industriales en la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos. Es estudiante de la especialidad en Derecho Energético en el Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Ángel Martínez tiene la Licenciatura en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM y es estudiante de la Especialidad de Derecho Energético por la misma Facultad. También es estudiante de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es abogado energético e inmobiliario.
Daniel Pérez es licenciado egresado con Mención Honorífica por la Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM) y fue operador judicial del 2011 a 2016 en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX). Ha sido consejero legal de las empresas Gas Imperial, dedicada al suministro de gas licuado de petróleo, y Pixel Video and Dit Services S.A de C.V. Es estudiante de Derecho Energético en la Facultad de Derecho de la UNAM.
Edith Romero es licenciada en Derecho con Mención Honorífica por la Facultad de Derecho de la UNAM y maestra en Derecho Ambiental por la Universidad Rovira I Virgili de España. Actualmente cursa la especialidad en Derecho Energético.
Mtro. Carlos del Razo es socio en SOLCARGO y especialista en Derecho Ambiental y Energético. Entre otros encargos, funge como secretario de la Academia Mexicana de Impacto Ambiental y como vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente y Energía de Asociación Internacional de Jóvenes Abogados (AIJA).
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Notas:
[1] Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. La Geotermia en el Mundo. Instituto Geológico y Minero de España. Recuperado de
https://www.igme.es/Geotermia/La%20geotermia%20en%20el%20mundo.htm
[2] Ídem.
[3] Comisión Reguladora de Energía. Glosario de Términos. Comisión Reguladora de Energía, p.15. Recuperado de
http://www.cre.gob.mx/documento/Glosario.pdf
[4] Sistema de Información Energética. Glosario de Términos de electricidad. Sistema de Información Energética. Recuperado de
http://sie.energia.gob.mx/docs/glosario_elec_es.pdf
[5] Lo anterior considerando la definición de firme no despachable de la base 3.3.16 del Acuerdo por el que la Secretaría de Energía emite las Bases del Mercado Eléctrico, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de septiembre de 2015.
[6] Secretaría de Energía. (2018). Mapa de Ruta Tecnológica. Usos Directos del Calor Geotérmico. Gobierno de México, p. 17. Recuperado de
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/416191/MRT_UDCG_Final.pdf
[7] Plataforma Española de Tecnología y de Innovación en Geotermia. Energía Geotérmica. Geoplat. Recuperado de
https://www.geoplat.org/energia-geotermica/
[8] Área delimitada en superficie y proyectada en el subsuelo con potencial de explotación del recurso geotérmico (artículo 2, fracción II de la Ley de Energía Geotérmica).
[9] Lofthouse, Jordan. Simmons, Randy. Yonk, Ryan. (2015). Reliability of Renewable Energy: Geothermal. Universidad de Utah, Instituto de Economía Política, p. 21. Recuperado de
https://www.usu.edu/ipe/wp-content/uploads/2015/11/Reliability-Geothermal-Full-Report.pdf
[10] Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético. (2012). Manual de Geotermia: Cómo planificar y financiar la generación de electricidad. Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético, p. 65. Recuperado en
https://www.esmap.org/sites/default/files/esmap-files/ESMAP_GEOTHERMAL_Spanish_book_Optimized.pdf
[11] Lofthouse, Jordan. Simmons, Randy. Yonk, Ryan. (2015), p. 21.
[12] Environmental Impacts of Geothermal Energy. (2013). Union of Concerned Scientists. Recuperado de
https://www.ucsusa.org/resources/environmental-impacts-geothermal-energy
[13] Departamento de Energía de los Estados Unidos. (2004). The Environmental, Economic, and Employment Benefits of Geothermal Energy, p. 3. National Renewable Energy Laboratory. Recuperado en
https://www.nrel.gov/docs/fy05osti/35939.pdf
[14] Ídem, p. 3.
[15] Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético. (2012), p. 21.
[16] Ibídem, p. 66.
[17] Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. (2008). Manual de Geotermia, p. 105. IDAE.
Recuperado de www.idae.es
[18] Goldstein, B., G. Hiriart, R. Bertani, C. Bromley, L. Gutiérrez-Negrín, E. Huenges, H. Muraoka, A. Ragnarsson, J. Tester, V. Zui. (2011). Geothermal Energy. In IPCC Special Report on Renewable Energy Sources and Climate Change Mitigation. Panel Intergubernamental de Cambio Climático, p. 405. Recuperado en
https://www.ipcc-wg3.de/report/IPCC_SRREN_Ch04.pdf
[19] Agencia Internacional de Energía Renovable. Conclusiones Principales. Costos de Generación de Energía Renovable en 2019, recuperado en
[20] Ibídem, p. 410
[21] Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. (2008), p. 122.
[22] Ibídem, p 129.
[23] Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético. (2012), p. 21.
[24] International Renewable Energy Agency. Geothermal Energy. Recuperado en
https://www.irena.org/geothermal
[25] Richter, Alejander. (2019). Los 10 Principales Países Geotérmicos 2019: Según la Capacidad de Generación Instalada (MWe). Think Geoenergy. Recuperado de
[26] Secretaría de Energía. (2019). Balance Nacional de Energía. Reporte anual. Secretaría de Energía (SENER), Subsecretario de Planeación y Transición Energética. Recuperado de
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/528054/Balance_Nacional_de_Energ_a_2018.pdf
[27] International Energy Agency. (2019). Direct use of geothermal energy world 2012-2024. International Energy Agency. Recuperado de
https://www.iea.org/data-and-statistics/charts/direct-use-of-geothermal-energy-world-2012-2024
[28] Ídem
[29] SIE/SENER. (s.f.). Sistema de Información Energética. Información estadística.
[30] SIE/SENER. (s.f.). Sistema de Información Energética. Información estadística.
[31] Si bien se sabe cuánta energía eléctrica se generó por país, la estadística no desglosa el aporte a la matriz de cada una de las fuentes renovables.
[32] BP. (2019). Statistical Review of World Energy 2019. BP.
[33] El SIE no cuenta con datos de los años 2018, 2019 y 2020, por lo que no fue posible verificar los datos más actualizados.
[34] SIE/SENER. (s.f.). Ibídem.
[35] Equivalen a 31, 440,000 MWh.
[36] International Renewable Energy Agency. (2017). Geothermal Power Technology Brief, p. 16. IRENA. Recuperado de
[37] International Renewable Energy Agency. Geothermal Energy. IRENA. Recuperado en https://www.irena.org/geothermal
[38] Proceso por el que una placa litosférica oceánica se hunde bajo otra placa, ya sea oceánica o continental.
[39] Hiriart Le Bert, Gerardo. (2011). Evaluación de la Energía Geotérmica en México, p. 104. Recuperado en http://www.cre.gob.mx/documento/2026.pdf
[40] Hiriart Le Bert, Gerardo. (2011). Evaluación de la Energía Geotérmica en México, p. 105. Recuperado en http://www.cre.gob.mx/documento/2026.pdf
[41] Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica. Proyecto P01. Mapas de gradiente geotérmico y flujo de calor para la república mexicana. CeMIEgeo. Recuperado en
http://www.cemiegeo.org/index.php/proyectos/evaluacion-de-los-recursos-geotermicos-nacionales/p01
[42] Agua propiedad de la Nación, en estado líquido o de vapor que se encuentra a una temperatura aproximada o superior a 80°C en forma natural en un yacimiento geotérmico hidrotermal, con la capacidad de transportar energía en forma de calor, y que no es apta para el consumo humano (artículo 2 fracción de la LEG).