El año entrante, cada mexicano tendrá que pagar en promedio 2 mil 23 pesos más de impuestos, de los cuales mil 960 pesos se destinarán a dar apoyos fiscales a Pemex, de acuerdo con un análisis de México Evalúa.
El organismo señala que el endurecimiento de la fiscalización, la actualización de impuestos y la aplicación de aranceles llevará la recaudación fiscal a un máximo histórico de 15.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); sin embargo, mientras aumentan los ingresos que aportan los mexicanos a la Hacienda Pública, Pemex dejará de aportar dinero en términos absolutos a las arcas nacionales.
“En otras palabras, un escenario indeseable: más carga para los ciudadanos, pero menos alivio para las finanzas públicas”, advierte el organismo.
Para el año entrante, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima ingresos tributarios por 5.8 billones de pesos, lo que representa un incremento de 6.5 por ciento en relación con lo aprobado para este año.
Así, en promedio, cada mexicano pagará 43 mil 439 pesos en impuestos, lo que representa poco más de dos mil pesos adicionales a lo que se contribuirá este año.
Los aumentos en los impuestos provienen principalmente de un alza en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), así como del incremento en los impuestos de las importaciones provenientes de apps de compras.
El petróleo ya no será de los ciudadanos
Además, la organización civil adelantó que el año entrante, Pemex dejará de aportar dinero para servicios como la salud, educación, seguridad, entre otros.
“En 2026 será el punto de quiebre pues, según se plantea en el Paquete Económico, el petróleo será solamente de Pemex y ya no de los ciudadanos”, advierte el análisis.
Esto será provocado por una disminución en la plataforma petrolera, los cambios en los derechos que paga la empresa, así como las transferencias de recursos de Hacienda a la empresa.
El primer factor, señala el estudio, se debe al agotamiento natural de los pozos petroleros, como por una menor inversión en exploración, la producción de crudo en el país no ha dejado de caer.
A junio de 2025, se produjeron en el país un promedio de un millón 366 miles de barriles diarios (mbd), el monto más bajo en por lo menos 35 años.
“De hecho, la producción no ha parado de caer desde 2021. Si comparamos esta cifra frente al promedio de 2004 (3,306 mbd), la producción ha caído en más de la mitad. Si se produce menos crudo, hay menos ingresos por su venta”, señala México Evalúa.
El organismo recordó que desde 2018, las cifras oficiales de producción de hidrocarburos contienen no solo la producción de crudo, sino de condensados.
Antes de 2018, estos volúmenes no se contabilizaban dentro de la producción nacional, por lo que las metas de Hacienda y Pemex se basaban únicamente en el petróleo crudo.
Para 2026 se estima alcanzar una producción de un millón 794 mbd de hidrocarburos incluyendo condensados, lo cual no se ha alcanzado desde 2023. A junio de 2025, la producción promedia un nivel de un millón 626 mbd, el monto más bajo desde 2018 que hay cifras comparables. De no cumplirse la meta, como probablemente sucederá, los ingresos petroleros serán menores a lo anticipado.
Menos impuestos para Pemex
El segundo factor es el menor cobro de impuestos que se le aplican a Pemex. En los últimos años se redujo el Derecho por la Utilidad Compartida (DUC), el principal derecho que pagaba la petrolera a la Federación. Este pasó de 65 por ciento en 2019 a 30 por ciento en 2024.
Esto ocasionó que Pemex tenga una mayor cantidad de los ingresos petroleros y aporte menos al erario.
Para 2025 se anunció un nuevo cambio en la estructura fiscal de la empresa, al unificar todos los gravámenes que pagaba en un solo derecho. Así, Pemex pasó de pagar tres derechos: el DUC, el Derecho de Exploración de Hidrocarburos (DEXPH) y el Impuesto por la actividad de Exploración y Extracción de Hidrocarburos (DEXT) a pagar solamente el Derecho Petrolero para el Bienestar (DPB).
Según la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (LIH) en su artículo 39, el pago del DPB se calcula en función del valor de los hidrocarburos extraídos por una tasa base del 30 por ciento más una sobretasa en función del precio del crudo.
“Básicamente, cuando el precio del petróleo sea inferior a los 57.8 dólares por barril (dpb) Pemex pagará menos de 30 por ciento de tasa y cuando el valor sea superior, pagará más”, aclaró.
Anteriormente, al valor de los hidrocarburos se descontaba una parte del gasto en inversión y al monto restante (base gravable) se le aplicaban las distintas tasas de derechos. El cambio simplifica la estructura de cobro para Pemex.
Para 2026, Hacienda estima que el precio del petróleo promedio sea de 54.9 —debajo del rango de los 57.8 dpb— lo que significa que Pemex pagará a la Federación una tasa de 29.6 por ciento en lugar de 30 por ciento, de cumplirse tal estimado.
“Esta ligera reducción en la tasa pagada no parece explicar por completo la mayor proporción de la renta petrolera que obtendrá Pemex el siguiente año (81%, como se menciona más adelante). Sin cambios normativos, la única explicación restante es que Hacienda está previendo ‘perdonar’ o postergar el pago de impuestos a Pemex mediante decretos, como lo explicamos en esta investigación”, señala.
En 2026 se espera que el total de ingresos por la venta de petróleo de Pemex (ingresos petroleros del sector público) sea de 1.2 billones de pesos, un crecimiento de 20 por ciento (204 mmdp) frente al cierre estimado de 2025. Este incremento se basa en el supuesto de una mejora en la producción, lo cual es optimista.
De estos recursos, la empresa se quedará con 81 por ciento de los ingresos (2.5 puntos del PIB o 971 mmdp), mientras que la Federación tendrá solo 19 por ciento (0.6 puntos del PIB o 233 mmdp), la menor distribución histórica.
“Este monto de 233 mmdp también sería el segundo menor registrado en la historia, sólo por arriba del observado en 2024 (220 mmdp). En pesos por persona, la petrolera otorgará únicamente mil 731 pesos, una reducción de 57% (2,299 pesos) frente a lo observado una década atrás (2016). Pero eso no es todo: todavía faltan las transferencias a Pemex”, advierte.
Más recursos para Pemex
El tercer factor es que además de la reducción de impuestos, la Federación transfiere apoyos a Pemex, a través de la Secretaría de Energía.
Entre 2019 y 2024, la empresa recibió del Gobierno 1.24 billones de pesos, que fueron usados principalmente para el pago de deuda y, en menor medida, para obras productivas. Esto equivale a que, durante el sexenio pasado, cada ciudadano pagó a Pemex nueve mil 585 pesos.
“Para 2026 se proponen transferencias por 263 mmdp, superiores a todo el presupuesto del recién creado Seguro Social para el Bienestar (172.4 mmdp). Es igual a que los mexicanos pagáramos a la paraestatal 1,960 pesos per cápita”, detalló.
Entonces, si los ingresos que aportará Pemex a la Federación en 2026 serán de 233 mmdp, pero el gobierno le devolverá incluso más: 263 mmdp vía transferencias, el Gobierno dejará de obtener ingresos petroleros y tendrá pérdidas por 31 mmdp. El primer saldo negativo en la historia que se plantea desde un Presupuesto de Egresos de la Federación.