Pemex tiene dos meses para pagar 11 mil 341 millones de dólares en deuda, o bien refinanciar esa cantidad en pasivos, es decir, emitir nuevos bonos para pagar los que vencen este año.
De acuerdo con el reporte financiero de la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza, correspondiente al tercer trimestre de este año, el perfil de vencimiento de deuda en pesos para el periodo octubre-diciembre de 2022 asciende al equivalente a dos mil 242 millones de dólares.
Mientras tanto, el vencimiento en otras divisas, se ubica en nueve mil 99 millones de dólares.
Gonzalo Monroy, especialista energético de la consultora GMEC, mencionó que en caso de que Pemex decida pagar esta deuda, el gobierno federal deberá entregar una nueva capitalización a la empresa productiva del Estado.
El analista dice que la segunda opción es “patear el bote”, porque la empresa no tiene recursos suficientes para solventar esa deuda.
Además, la nueva deuda saldrá más cara que la actual, debido a que de acuerdo con el reporte financiero, el rendimiento del bono Pemex a 10 años se ubica en 12.04 por ciento, su segundo nivel más alto en lo que va del sexenio, de acuerdo con la presentación del reporte trimestral.
Durante el conference call con inversionistas, Carlos Cortés, director de Finanzas de Pemex, mencionó que desde que inició la pandemia el mercado de deuda ha sido complicado.
El funcionario añadió que este factor ha afectado el rendimiento de los bonos de Pemex, por lo que el interés se ubica en “niveles históricamente altos”.
Pese a los datos del reporte trimestral, Cortés aseguró que la empresa enfrenta vencimientos financieros “manejables” para el resto del año, aunque aseguró que ya trabajan en una estrategia para, en condiciones competitivas, refinanciar la deuda que se vence en 2023.
Además, aseguró que, debido a los excedentes petroleros, la empresa ha podido pagar con recursos propios los vencimientos de la deuda.
Carlos Serrano aseguró que la empresa productiva del Estado cuenta con apoyos de capital, que serán usados en caso de ser necesario.
Monroy consideró que el alto perfil de vencimientos de la deuda que tiene la empresa, generará una dependencia total de las transferencias del gobierno.