El senado estadounidense mandó una segunda carta en menos de dos semanas al gabinete de la administración Biden, donde exige acciones particulares de Washington en relación con la regulación energética que impulsa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En esta ocasión, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, encabezado por el demócrata, Robert Menendez, legislador demócrata por New Jersey, envió una misiva al Departamento de Energía y al Departamento de Estado, para exigir que el gobierno hable con mayor firmeza ante los cambios regulatorios energéticos en México.
“Escribimos con preocupaciones sobre las acciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para subvertir los esfuerzos para desarrollar energía renovable del sector privado, en favor de la industria de combustibles fósiles de la empresa estatal (CFE), y urgimos a la administración Biden a hablar con mayor firmeza en apoyo a la producción de energías renovables que beneficiará a ambos países”, menciona la carta dirigida a Antony Blinken, el secretario de Estado y a la titular del Departamento de Energía, Jennifer Granholm.
Los senadores acusan que en diciembre del año pasado, México presentó metas muy poco ambiciosas de las Contribuciones Nacionales Autodeterminadas (NDC, por sus siglas en inglés) como parte de sus compromisos dentro del Acuerdo de París, al comprometerse a reducir únicamente 22 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero, y las emisiones de carbono negro en 51 por ciento para 2030.
Añaden que esta conducta está en línea con los esfuerzos del presidente López Obrador para impedir el crecimiento de las energías renovables en México.
Sumado a esto, añade la misiva, la Cámara de Diputados mexicana podría votar en abril una reforma que daría marcha atrás a la reforma energética de 2014, que permitía la inversión privada y extranjera en este ramo en México y restaurar la dominancia de la CFE en esta área.
“Si esto se aplica, el gobierno mexicano cancelará los permisos de energías renovables, contratos y certificados, eliminaría las agencias regulatorias federales, que proporcionan controles y equilibrio a las empresas del Estado, e implementaría una garantía de que la CFE controle, al menos, 54 por ciento del mercado, así como un reordenamiento de las cuotas de producción de energía de empresas privadas para favorecer la generación con combustibles fósiles, y establecer al Estado como único implementador para la transición energética de México”, señala.
La carta fue enviada la misma semana que inició el Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados para discutir la Reforma Energética que promovió desde octubre del año pasado el presidente López Obrador.
Para los senadores de EU, una de las acciones que pueden causar mayor detrimento a las prioridades de la administración Biden, es que la legislación prohibiría las concesiones para extraer minerales como el litio y el cobre.
“Esta política iría en contra de las reglas del T-MEC que establecen la prohibición de restricciones a las nuevas inversiones y exacerbaría las preocupaciones sobre la seguridad nacional, relacionadas con la escasez crítica del mineral”, advierten.
Los senadores dicen que la iniciativa también amenaza al menos 44 mil millones de dólares en inversión privada en el sector energético mexicano, que impactará negativamente en las empresas estadounidenses y su inversiones en México, lo que resulta anti ético a la fuerte relación histórica en materia económica entre ambos países.
“La cooperación con México en el desarrollo de energía limpia, incluyendo la extracción de minerales críticos es esencial para avanzar en la competencia con China, para asegurar generación energética eficiente para el pueblo de México”, añade el documento del Senado estadounidense.
“La agenda política del presidente López Obrador prioriza las fuentes energéticas intensivas en carbón, contaminación y más caras, simplemente porque la producción es propiedad del Estado”, critican los legisladores.
En este sentido reiteraron sus demandas para establecer un diálogo sólido esta semana, cuando la secretaria de Energía de EU, Jennifer Granholm, hará una visita de trabajo a México, en la que se reunirá con su contraparte en el país, la titular de la Sener, Rocío Nahle.