Seis participantes del Debate Universitario de Energía (DUE), organizado por Energía a Debate, México Evalúa y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), consideraron que la transición energética a nivel global es muy ambiciosa; sin embargo, hasta el momento no hay acciones que se hayan traducido a la realidad.
Uno de los temas centrales en el concurso DUE será precisamente la transición energética y para estos jóvenes que representan a seis de los equipos inscritos por la Universidad Nacional Autónoma de México, la buena voluntad no alcanza para cumplir con los objetivos.
Los representantes de los concursantes forman parte de la Licenciatura de Derecho de la Máxima Casa de Estudios del país, así como del posgrado de Derecho Energético impartido por esta misma universidad, una especialidad que tiene seis generaciones, pues arrancó en 2019, de acuerdo con Sergio Ampudia, catedrático fundador de la Especialización en Derecho Energético.
El catedrático aseguró que los representantes de la Facultad de Derecho de la UNAM cuentan con las credenciales para convertirse en los expertos que marquen historia en este primer Debate Universitario de Energía y aseguró que tendrán excelentes resultados.
Para José Roberto Castillo, uno de los contendientes del DUE, e integrante del posgrado de Derecho Energético de la UNAM, los acuerdos internacionales para combatir al cambio climático cuentan con medidas endebles.
Stephanie Rodríguez Quinto, también de ese posgrado, consideró que en el tema de la transición energética es urgente pasar a un plano que no se limite a pensar las medidas, sino empezarlas a implementar. “Estamos en un plano de lo ideal en lugar de ir recorriendo este camino de pasar a acciones reales de implementación”, comentó.
Para el litigante en formación, Guillermo Meneses Villarruel, el combate global al cambio climático requiere de medidas coercitivas que obliguen a los países a cumplir con los objetivos trazados para las agendas de 2030 y 2050, ya sea a través de castigos o estímulos a la inversión.
Iván Víctor Flores, de la misma especialidad, fue un paso más allá, al considerar que a la par de las medidas de mitigación en las matrices energéticas globales, es necesario incluir el consumo de energía en la fórmula para prevenir el cambio climático.
“Los hábitos de consumo energético no han cambiado sustancialmente, por lo que deberíamos alinear nuestros hábitos de consumo energético con las metas que se han propuesto a nivel internacional, de otro modo sería muy difícil que las medidas por sí mismas sean suficientes para combatir el cambio climático”, menciona.
En el Debate Universitario de Energía también hay alumnos de la Licenciatura de Derecho de la UNAM que se inscribieron al concurso.
Entre sus representantes están Alejandra Paola Moscoso Mendoza, quien expresó que México en particular, tiene que empezar a dar pasos certeros para combatir el cambio climático y evitar convertirse en un problema para el medio ambiente.
Carlos Andrés García Caballero, también de la Licenciatura de Derecho de la UNAM, considera que será complicado que los objetivos de la transición puedan alcanzarse en este siglo, debido a la demanda de energía de las grandes economías productoras como China o India, naciones que tienen planes de descarbonización desde la década de 1990.
“En países como China o India, los proyectos de transición energética vienen desde los años 90, pero se topan con una barrera que son la demanda que requieren estos países de energía, con su población, su producción industrial, lo que conlleva a que aunque lleven muchos años con estos proyectos de transición energética tengan que seguir ayudándose de los medios de producción tradicional, pues la demanda es tan alta que no permite todavía que las fuentes renovables suplan a las fuentes convencionales de producción de energía, por lo tanto, los instrumentos internacionales ahí están, son metas claras a cumplir, pero considero que incluso ampliando más allá de 2050, dudo que este siglo se pueda cumplir a cabalidad con la transición energética”, comentó.