El país cuenta con un alto potencial de energías renovables, uno de los ingredientes principales para producir hidrógeno barato, el gas amigable con el medio ambiente que permitirá generar electricidad sin intermitencias y con cero emisiones.
De acuerdo con el reporte Hidrógeno verde en México: el potencial de la transformación, elaborado por la Alianza Energética México-Alemania, el país puede producir hidrógeno a un rango entre 1.6 y dos dólares a partir de 2050.
Este rango se ubica entre los más baratos del mundo, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos, sólo por debajo de Chile en América Latina.
“Se espera que el hidrógeno mercantil gane cuotas de mercado debido a su adopción en aplicaciones como el transporte y los edificios, donde se espera que muchos proveedores compitan (al igual que sucede hoy en día con la provisión de combustibles líquidos y gas). Se espera que la demanda de hidrógeno crezca principalmente en nuevas aplicaciones como el almacenamiento de energía, la movilidad y la energía para las industrias”, señala el reporte de la Alianza Energética México-Alemania.
“Es importante tener en cuenta que, el objetivo final de los gobiernos que impulsan el desarrollo del hidrógeno es migrar al hidrógeno verde, tanto para usos tradicionales como innovadores de H2”
Alianza Energética México-Alemania
El hidrógeno, de acuerdo con la organización Zero Emissions Objective (ZEO), es capaz de liberar casi tres veces más energía que el gas natural o la gasolina, con la ventaja de que no tiene emisiones de GEI.
En el mundo existen tres tipos de hidrógeno, el gris, el azul y el verde. El primero de ellos es obtenido a través de la reformación de gas natural, lo que implica la emisión de nueve a 12 toneladas de CO2 por cada tonelada de hidrógeno que se obtiene.
Hasta el momento, señala ZEO, el hidrógeno gris es el más económico, pero su costo subirá en el corto plazo, debido a los impuestos mundiales al carbono.
Actualmente, 85 por ciento de la producción mundial de hidrógeno está captada con instalaciones SMR in situ en plantas petroquímicas.
La Alianza Energética México-Alemania detalla que la transición de hidrógeno gris a verde (el que se obtiene a partir de fuentes de energía renovables) será un proceso gradual. Algunos proyectos innovadores de hidrógeno se están desarrollando con hidrógeno gris o azul (obtenido a partir de la transformación del gas natural, pero con captura de carbono), permitiendo la prueba de conceptos y el desarrollo y fortalecimiento de cadenas de valor en la llamada nueva “economía del hidrógeno”.
“Sin embargo, es importante tener en cuenta que, el objetivo final de los gobiernos que impulsan el desarrollo del hidrógeno es migrar al hidrógeno verde, tanto para usos tradicionales como innovadores de H2”, asegura el documento.
El reto, añade, es transitar hacia el hidrógeno verde, pues es el único que permitirá cumplir con los objetivos de descarbonización establecidos en el Acuerdo de París, que implica una economía neutral en carbono para 2050.
Sin embargo, los avances son dispares en el mundo, pues hasta septiembre del año pasado, 19 países tienen una hoja de ruta o estrategia para desarrollar el hidrógeno verde. Algunos de ellos incluyen planes de cooperación internacional para la futura creación de mercados mundiales de hidrógeno.
En México, hasta el momento, el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2021 (Prodesen), sólo hace mención una vez al hidrógeno como una alternativa para combatir el cambio climático; sin embargo, no despliega ninguna estrategia al respecto.
Mientras tanto, Arabia Saudita, uno de los tres exportadores de petróleo más grandes del mundo, está construyendo una planta con un valor de cinco mil millones de dólares que será capaz de crear combustible de hidrógeno para la exportación, como parte de su estrategia en el cambio de matriz energética global.