“Uy, qué miedo”
El presidente de México citó al filósofo tabasqueño Chico Ché que hablaba de La crisis, con un enfoque guapachoso y divertido característico de los mexicanos, no con el lenguaje de alguien que debe comportarse como estadista, más uno que ha dicho varias veces que no quiere manchar la investidura presidencial, y aún más en relación con un tema tan delicado como el problema energético derivado de las consultas que solicitó Estados Unidos. Pero más allá de lo ordinario que resultó el episodio de la mañanera, este problema estaba cantado desde 2019. Hubo decretazos, reformas a leyes secundarias, un intento fallido de reforma constitucional, en fin, todas las artimañas legaloides habidas y por haber para frenar a los privados de participar en el sector energético mexicano. A cada paso, el sector privado, las Organizaciones No Gubernamentales, la oposición, empresas y organismos internacionales, y hasta algunas voces dentro del partido en el Poder le dijeron al presidente que lo que estaba haciendo iba a tener consecuencias negativas para el país. Todos, menos los 90 por ciento leales, le dijeron hasta el cansancio que esa no era la forma de mejorar el sistema energético del país, que la ruta era distinta. Reconocieron que ...